Viaje a Puerto Viejo de Talamanca, Costa Rica
Puerto Viejo de Talamanca, situado a los pies del mar Caribe, era nuestro siguiente destino del viaje por Costa Rica. Allí llegamos totalmente agotados tras 12 horas de viaje desde Montezuma, lugar en el que habíamos disfrutado de las mejores playas de la península de Nicoya.
En esta zona del Caribe recaló Cristóbal Colón en su cuarto y último viaje a América (1502) quién, maravillado por el lugar, no dudó en bautizar este lugar con el nombre de Costa Rica. Hoy en día en Puerto Viejo se respira un relajado ambiente afro-caribeño. La población autóctona del lugar está compuesta por aquellas comunidades negras descendientes de esclavos de las colonias inglesas procedentes de Jamaica o Montserrat aunque en un principio las etnias negras procedían de África.
Así se estableció en el Caribe este grupo étnico que junto a la china y la blanca han completado un modelo de convivencia ejemplar en toda América Central que, además, se desarrolla en armonía con la naturaleza. Incluso tienen un idioma propio llamado patois, una mezcla entre inglés, español y francés que es imposible de entender.
Nuestro viaje hasta Puerto Viejo de Talamanca
Dicen que el mejor equipaje es aquel que puede perderse y no te genera ningún inconveniente. Durante nuestro viaje desde Montezuma hasta Puerto Viejo nos pasó algo realmente curioso y que solo se puede enmarcar entre esas extrañas situaciones que ocurren durante los viajes.
Pongámonos en situación. Habíamos tomado el bus desde Montezuma bien temprano (06:00 hrs) para poder llegar al otro lado del país en el mismo día. Nuestro problema llegó una vez embarcamos para cruzar el Golfo de Nicoya.
Dando por supuesto que nuestro bus embarcaría detrás de nosotros nos desentendimos de las mochilas. Error. El bus se quedó en tierra y nosotros estábamos embarcados y ya de camino. Durante el trayecto hicimos llamadas, pedimos ayuda a propios y extraños y, finalmente, los dioses nos sonrieron. Uno de los conductores había agarrado las mochilas y las había metido en una de las guaguas que sí que habían embarcado hacia Paquera (nuestro destino).
Aún algo nerviosos y sudando a mares según llegamos a Paquera agarramos nuestras cosas, subimos a otro bus y en dos horas llegamos a San José. Allí, en la estación de San Carlos, compramos otro ticket para llegar esa misma tarde a Puerto Viejo de Talamanca. Sin duda el viaje estaba siendo largo.
Lo mejor de Puerto Viejo de Talamanca
Totalmente agotados tras un largo día de viaje con el susto de las mochilas extraviadas llegamos a nuestro hotel en Puerto Viejo (Casa Verde Lodge). Fue la recompensa que nos merecíamos. Ahí pequeñas cabañas se sitúan en medio de frondosa vegetación. Es un lugar que invita totalmente al descanso y al relax. Cuenta con todas las comodidades, piscina, tv por cable, ventiladores y WiFi gratuita. En definitiva, el lugar ideal para relajarse de tanto estrés.
Las primeras horas en Puerto Viejo de Salamanca las dedicamos a descansar y pasear por el pequeño pueblo disfrutando la tranquilidad del lugar. Durante la tarde lloviznaba por lo que el plan de ir a la playa estaba descartado así que anduvimos de arriba para abajo por las calles de Puerto Viejo de Talamanca observando todo con cierta incredulidad.
La flora y la fauna lo ocupaban casi todo. A cada paso nos encontrábamos con algo nuevo. Ranas rojas y azules con manchas negras, cangrejos, tortugas, iguanas y monos. Impresionados con la gran diversidad animal hicimos nuestros planes a la luz de una vela antes de despedir tan interesante (y estresante) día de viaje.
Desde Puerto Viejo a Playa Chiquita
La costa del Caribe de Costa Rica, desde Puerto Viejo hasta Manzanillo, cuenta con unos 12 kilómetros de extensión donde se alinean algunas de las mejores playas del país como son Playa Cocles, Playa Chiquita, Punta Uva y Manzanillo.
La mejor opción para recorrerlas es alquilar una bici. Entre las playas y la carretera principal existe densa vegetación que hay que cruzar por alguno de los senderos indicados para descubrir las cristalinas aguas de esta costa.
Sin embargo, tras dos días alojándonos en el centro de Puerto Viejo decidimos acercarnos a una de sus playas, Playa Chiquita. En las proximidades se encuentra La Kukula Lodge, un establecimiento totalmente integrado dentro del paisaje que cuenta con ocho cabañas y una casa-suite ideal para familias. Nuestro pequeño lujo en plena selva.
La paradisiaca Playa Chiquita, una playa de arena dorada a la que se llega atravesando un sendero de abundante vegetación que llega casi hasta la misma orilla, se encuentra entre Cocles y Punta Uva, a las que también se puede llegar andando por la orilla del mar. Allí nos dimos nuestro primer baño en aguas del Caribe.
Algo que merece mucho la pena es, a primera hora de la mañana o un par de horas antes del atardecer, es pasear por los senderos de La Kukula Lodge para observar la fauna del lugar. A esas horas la selva está en plena actividad y es más fácil encontrar animales. De hecho en un rato vimos monos, congos, tucanes y perezosos en tal cantidad que no podíamos cerrar la boca de tanto asombro. Al caer la noche los sonidos eran dignos de un documental.
Mención aparte para el perezoso, probablemente la estrella animal de la zona. Descubrir su figura moviéndose lentamente por los árboles y comiendo frutos de uno de ellos fue un verdadero acontecimiento para nosotros. Lo que para nosotros es una maravilla para los locales es algo cotidiano, conviven con los perezosos a diario.
Tras dos días de playa y de pasear cámara en mano por las calles, senderos y playas de Puerto Viejo de Talamanca pusimos rumbo a la ciudad fronteriza de Sixaola, al sur de Costa Rica. Un nuevo país formará parte de esta gran aventura.
Datos prácticos de nuestro viaje a Puerto Viejo de Talamanca
– El clima del Caribe es suave y agradable durante gran parte del año aunque es ciertamente húmedo con una temperatura media de 26ºC.
– Para llegar desde San José a Puerto Viejo de Talamanca se debe tomar el bus desde la estación de San Carlos. Autotransportes Mepe es la empresa y el trayecto dura unas 5 hrs (5.500 colones).
– En la estación de San Carlos encontramos varios taxistas que intentaron timarnos diciendo que la carretera estaba en obras y que debíamos ir en taxi en lugar de en bus.
– Puerto Viejo es manejable a pie o en bicicleta, todo lo tienes a mano, alojamientos, restaurantes, supermercados, lavanderías o discotecas.
– La playa principal de Puerto Viejo (playa Negra) no es recomendable, se encuentra bastante sucia. Por contra playa Chiquita y Punta Uva merecen la pena.
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