White beach, la mejor playa de Port Barton

El pequeño pueblo de Port Barton, situado a medio camino entre Puerto Princesa y El Nido, supone una parada ideal en Palawan para seguir disfrutando de los encantos de esta isla como son las excursiones marítimas, sus cascadas y sus playas. White beach es, sin duda, la mejor playa de cuantas podemos encontrar cerca del pueblo de Port Barton. Limpia, solitaria y de cálidas aguas, solo podemos recomendarte un buen chapuzón.

Pero no solo por lo anterior recomendamos visitar Port Barton sino por el buen ambiente que se respira en el pueblo y que se ve reflejado en jóvenes y mayores pero, especialmente, en los niños. Estos te saludan constantemente mientras saltan entre cálidos charcos de barro. Cuando llueve los grandes charcos hacen las delicias de los más pequeños. Simplemente te hacen sentir feliz, el estar en un entorno tan rural tiene su encanto y provoca que te contagies de las cosas más simples de la vida.

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Pueblo de Port Barton

El paraíso en Port Barton se llama White beach

Por desgracia, la playa principal de Port Barton no es ideal para el baño y eso a pesar de que en las fotos se vea como un auténtico paraíso pero poca gente, por no decir que solo los niños, son los que nadan y juegan felizmente en sus aguas. La presencia de algas, además del ir y venir constante de barcos genera una turbidez que no invita nada al baño. Los filipinos no suelen disfrutar de la playa como lo hacemos los visitantes, así que en general las playas más cercanas a los pueblos suelen estar poco cuidadas.

Afortunadamente teníamos referencias de una bonita playa de arena blanca rodeada de cientos de palmeras y cocoteros situada cerca del pueblo de Port Barton. Uno de esos paraísos de típica postal vacacional. Sabíamos que el tesoro se escondía a unos pocos kilómetros del centro Port Barton y que se podía acceder andando.

Playa de Port Barton

La imagen de una playa con forma de medialuna y fina arena blanca muy cerca de nosotros nos atormentaba. ¡Teníamos que ir a por ella! La cuestión era cómo encontrarla pues en el pueblo no había ninguna señal que nos indicara el camino a la conocida como White beach. Preguntando a los lugareños nos pusimos en marcha.

¿Cómo se llega a White beach desde Port Barton?

El camino hasta White beach da inicio en el mismo frente de playa de Port Barton. Si nos situamos sobre la playa y mirando al mar debemos caminar siguiendo la costa a nuestra izquierda. El sendero es cómodo, tan solo hay que tener cuidado con los cabos a los que están amarrados los barcos para no tropezar y salir disparado.

De camino a White Beach

Una vez llegamos al final de la playa encontramos con la desembocadura de un pequeño río cuyas aguas son de dudosa procedencia. Cierto es que en los días que visitábamos Port Barton había llovido bastante, así que esperamos que fuera agua que bajaba de las montañas. Es necesario atravesar el río (el agua llega hasta las rodillas pero lo que se pisa es arena) para seguir camino hacia White beach. Nos remangamos un poco y a cruzar.

En este punto del camino dos perros hicieron acto de presencia. Los canes comenzaron a acompañarnos y pasados algunos minutos de caminata parecían decididos a continuar la ruta junto a nosotros. Jugaban entre ellos, corrían hacia delante, esperaban a que llegáramos a su altura y, con ojos cómplices, parecían decirnos «venga, sígannos que sabemos a donde quieren ir». Nosotros encantados de dejarnos llevar, ya no éramos dos sino cuatro. Pensábamos que en algún momento se cansarían y nos dejarían de nuevo a nuestra suerte rumbo a White beach.

Perros en Port Barton

Proseguimos nuestro camino bordeando la costa, dejando ya atrás la playa de Port Barton, hasta llegar a una zona alambrada con una puerta por la que los perros pasaron sin dudar. Era el momento de decidir si acceder o no, la elección era fácil si nos fiábamos de los guías caninos. Decidimos seguir las de esos dos repentinos guías locales y continuamos con ellos. Cinco minutos más tarde, dimos con una pista de tierra apta para vehículos. El camino parecía el correcto.

Seguimos andando tras los perros hasta llegar a una bifurcación y volvimos a dudar. Podríamos meternos de nuevo en la vegetación siguiente el sendero de la izquierda o continuar el camino por la costa que se nos abría a la derecha del camino. Los perros parecían tenerlo claro pero sinceramente aún no confiábamos plenamente en ellos y nuestro sentido común dictaba que si nuestro destino final era una playa no tenía sentido meternos por un camino de tierra.

Como llegar a White beach

Así que continuamos por la playa y sobra decir que nos equivocamos ignorando las indicaciones de los perritos. La playa terminaba en una zona rocosa que tuvimos que atravesar para llegar a la siguiente playa y ya ahí encontrar de nuevo el sendero correcto. Los pobres perros nos siguieron en nuestro camino alternativo pues parecían no querer abandonarnos a nuestra suerte.

Ya de nuevo en el buen sendero costeamos al menos 2 playas (ojo que ninguna de ellas es White beach por mucho que se les parezca) con alguna caseta de pescadores rodeada de muchas palmeras y cocoteros. Los perros seguían con nosotros correteando felizmente y liderando la marcha. Como no, ya en este punto del camino habíamos entrado en confianza con los chuchos e incluso hablábamos con ellos convencidos de su sabiduría como buenos locales que eran.

Playa previa a White beach

White beach, la mejor playa de Port Barton

Finalmente y tras unos 40 minutos de marcha llegamos al paraíso. Se abría ante nosotros una playa de unos 400 metros de largo sin nadie alrededor. Bueno, sí que había alguien por la zona limpiando un pequeño resort situado en una zona ajardinada junto a la playa pero no hizo acto de presencia en ese momento. Una playa para nosotros solos fue la mejor recompensa a una sudorosa mañana costeando una diminuta zona de la alargada isla de Palawan.

Tras la animada caminata lo que más deseábamos era meternos en el agua. Los perros decidieron tumbarse en la arena para descansar y esperar, a sabiendas de que era el final del camino y seguros de que los dos turistas no querrían caminar más allá pues habían encontrado justo lo que buscaban: White beach.

Visitar White Beach

White beach se convirtió en la playa paradisiaca más desierta que habíamos visto en nuestro viaje de 1 mes por Filipinas. No diremos que la mejor hasta el momento pues Papaya beach (visitada durante nuestra ruta en kayak en El Nido) es complicada de superar.

En White beach, a pesar de no disfrutar ni de un rayito de sol, nos dimos un buen chapuzón … impresionante la limpieza, la quietud y la temperatura del agua. Era nuestro momento y lo estábamos disfrutando a tope pero parecía que alguien quería ganarse unos pesos extra.

Precio de White beach

De repente, desde las desiertas cabañas que habían en segunda línea de playa, salió una señora para decirnos que la playa era privada y que debíamos pagar 30 pesos cada uno por usarla. Cierto es que después vimos un pequeño cartel colgado en uno de los cocoteros. Nos habían explicado que en Filipinas todas las playas son de dominio público, pudiendo estar valladas para evitar el acceso en caso de un hotel, pero una vez dentro puedes hacer uso de ellas sin pagar.

Afortunadamente para nosotros (desgraciadamente para ella) no teníamos pesos filipinos encima, habíamos ido a la playa con la toalla, agua y poco más por lo que la buena señora no pudo cobrarnos nada.

White beach Port Barton

Una hora disfrutamos los cuatro de la playa. Una vez decidimos que nuestra jornada playera había dado a su fin comenzamos a desandar los pasos que nos habían llevado hasta la White beach de Port Barton, esta vez con la certeza de que los perros sabrían el camino más adecuado, así que los avisamos y emprendimos la marcha de vuelta dejándonos llevar por los expertos guías.

Los amables compañeros de viaje nos llevaron directamente hacia la pista de tierra por la que en 25 minutos y sin necesidad de tener que caminar sobre riscos ni otro tipo de piedras alcanzamos el río que habíamos cruzado unas horas antes en la misma playa de Port Barton. En este punto los cuatro nos despedimos y dimos por bueno el día … lo nunca visto, unos perros nos habían llevado y traído a White beach.

White Beach, Port Barton

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