Visitar el Taj Mahal, la foto más esperada de un viaje a India
Visitar el Taj Mahal es casi obligatorio, pocos lugares en el mundo poseen una arquitectura tan bella a cuyos pies cada día miles de personas se congregan. Obviamente no íbamos a ser menos, nos hacía mucha ilusión ver tremenda maravilla del mundo moderno.
El día anterior habíamos disfrutado del Taj Mahal al atardecer desde el otro lado del río Yamuna, desde la distancia lo vimos fenomenalmente y con la tranquilidad que la ocasión merecía. Obviamente queríamos verlo más de cerca así que a las 06:00 hrs. pusimos el despertador, el día había llegado (o eso creíamos).
Tras desayunar salimos a comprar nuestros tickets de entrada para el Taj Mahal, había llegado el día de visitar el Taj Mahal. Pocos minutos después de abandonar el hotel y de haber comenzado a andar nos llamó la atención la poca gente que había en la calle. Estaba todo demasiado tranquilo.
En un primer momento pensamos que sería debido al Diwali y que la gente estaría aún durmiendo. Sin embargo, seguía siendo algo raro, eso de ver poca gente en India es misión imposible, algo no cuadraba. Unos minutos después caímos en la cuenta de que era viernes … ¡no podía ser! El Taj Mahal cierra los viernes.
Horarios de visita al Taj Mahal
Efectivamente, los viernes el Taj Mahal está cerrado. Tantos días de viaje sin más preocupaciones que el dónde comer o dormir y habíamos perdido totalmente la noción del tiempo, no sabíamos ni el día de la semana en el que vivíamos. Una sensación muy recomendable la de estar perdido en el tiempo excepto en ese momento pues nos quedábamos sin visitar el Taj Mahal.
Eran las 07:00 de la mañana y teníamos todo el día por delante. Lamentablemente, nuestros cuerpos no daban para más, la decepción nos pudo y de entre las mil cosas que podíamos hacer decidimos quedarnos toda la mañana en el hotel antes de cambiar de alojamiento pues el hotel estaba lleno para ese día. Nos trasladamos al Raj Vilas Hotel (el resto del día no salimos de allí más que para comer).
Visitar el Taj Mahal, una foto de India
Como si de un déjà vu se tratara volvió a sonar el despertador a las 06:00 hrs. No sabíamos ni dónde estábamos tras tantas horas durmiendo. Aunque no tardamos más de 2 minutos en percatarnos que era el gran día. Por fin, podríamos entrar y visitar el Taj Mahal, el mausoleo o cenotafio del que tanto habíamos oído hablar durante años.
Nos acercamos al edificio donde se venden las entradas y pagamos 1.100 Rupias (el precio para los indios es de 50 Rupias). La diferencia es considerable, como en el resto de monumentos que hemos visitado durante este viaje por el norte de India.
Al salir fuimos acosados insistentemente por todo tipo de vendedores y conductores de rickshaw. Nunca hemos puesto mala cara ante este tipo de situaciones pero juramos que esos fueron los más insistentes con los que nos habíamos topado en todo el periplo por India.
Desde el edificio de venta de tickets nos acercamos caminando hasta la entrada del Taj Mahal. Durante el trayecto otra horda de conductores de rickshaw nos ofrecieron sus servicios para llevarnos hasta el mismo por unas 50 Rupias, algo que, amablemente, declinamos una y otra vez, una y 20 veces más.
Antes de acceder al impresionante edificio de mármol blanco tuvimos que pasar el control de seguridad, hombres y mujeres en colas diferentes. Paradójicamente no había apenas aglomeración para entrar. El acceso fue rápido y sin problema alguno. Ya estábamos dentro del recinto.
El Taj Mahal no es solo un edificio sino un complejo de grandes monumentos, siendo el mausoleo el más emblemático. En el siguiente mapa del Taj Mahal se muestran las zonas más importantes que lo componen.
Caminamos hasta la explanada del acceso principal (10) y allí observamos la antesala del Taj Mahal, denominada Darwaza (8). Realizada en arenisca roja, su puerta principal mide casi unos 30 metros de altitud.
Es el edificio detrás del cual se esconde el Taj Mahal. Su arco principal es uno de los más fotografiados pues regala una de las vistas más bonitas y esperadas del viaje, a pesar de los miles de turistas, tanto locales como extranjeros que se agolpan haciéndose fotos en el mismo lugar.
Breve historia del Taj Mahal
El Taj Mahal data del año 1631 cuando el mausoleo fue mandado a construir por el emperador Sha Jahan para honrar a una de sus esposas, Mumtaz Hamal, fallecida durante el parto de su décimo cuarto hijo.
Poco antes fallecer, Mumtaz Gamal pidió a su marido que le construyera una bonita tumba y con tal deseo comenzó a construirse el Taj Mahal. Fue su forma de ofrecerle la corona y el palacio que no tuvo en vida.
Es el más bello ejemplo de arquitectura mongola existente aunque también bebe de la persa, la islámica (su perfecta cúpula con una media luna lo delata), entre otras. Algo más de 20 años se tardaron en terminar de construir uno de los monumentos más bellos del mundo y en el trabajaron hasta 20.000 personas.
Para su construcción se emplearon diversos tipos de materiales siendo el mármol blanco el predominante. Este se traía desde el Rajastan a lomos de elefantes y de camellos. Cuenta la leyenda que tras finalizar la obra el emperador mandó cortar las manos al maestro de obra para que no pudiera repetir una monumento semejante.
Fotografías desde los jardines del Taj Mahal
Durante unas dos horas paseamos por los jardines del Taj Mahal observando sus minaretes, su silueta y el rio de gente que se agolpa en todo el recinto. Hay puntos estratégicos desde los que sacar las mejores fotografías del Taj Mahal, otra cosa es encontrar el momento ene eu que nadie se te meta delante.
Recorrimos sus jardines divididos en cuatro grandes cuadrados que, a su vez, están divididos interiormente en cuatro más. Los jardines flanqueaban cuatro grandes canales que confluían en una gran fuente central. Los cuatro canales representan los cuatro puntos cardinales así con los cuatro ríos del Paraíso Islámico (Sihran, Jihran, Eufrates y el Nilo).
Fotos del Taj Mahal
Nos acercamos a la fuente central y allí tomamos más fotografías del Taj Mahal pues es otro punto ideal. Desde ese lugar nos caminamos al mausoleo, ascendimos por unas escaleras y nos descalzamos para entrar en su interior y así observar la tumba de Mumtaz Hamal donde, por cierto, se prohibe tomar fotografías.
La tumba se encuentra en el centro de una pequeña sala donde también fue enterrado el emperador pero no se llegan a observar. Todos caminábamos a su alrededor en dirección contraria a las agujas del reloj. Era tanta la gente que había dentro y el calor que no tardamos demasiado en salir de nuevo al exterior.
Nos acercamos a la trasera del edificio y observamos la zona donde la tarde anterior habíamos tomado las primeras fotografías del Taj Mahal. Cuenta la leyenda que en ese lado, y a orillas del río Yamuna, el emperador deseaba construir otro Taj Mahal pero de color negro. Su hijo contrario a tal gasto de dinero lo encerró en una de las Torres del Fuerte de Agra donde pasó el resto de sus días.
Tratando de asimilar tanta belleza concentrada en un mismo punto descubrimos con atención la técnica con la que fue construido el mausoleo pues el blanco mármol estaba completamente adornado por piedras preciosas y semipreciosas que habían sido incrustadas. A ambos lados, dos edificios muy parecidos al que cruzamos inicialmente para vislumbrar el Taj Mahal, una mezquita y un jabaz, flanquean el mausoleo.
Paseamos un poco más por el monumento y sobre las 09:30 hrs. decidimos marchamos. A esa hora el sol comenzaba a apretar y aumentaba el número de personas que recorría el Taj Mahal y sus jardines. De hecho se recomienda siempre visitar el Taj Mahal a primera hora de la mañana o durante la tarde pues el juego de colores sobre el mausoleo es mejor y hace menos calor.
Completábamos así el llamado Triángulo de Oro, formado por las ciudades de Nueva Delhi, Jaipur y Agra. Dado que el día anterior habíamos descansado durante toda la jornada y llevábamos más tiempo en Agra de lo necesario (solo para visitar el Taj Mahal), pusimos rumbo a los famosos templos de Khajurao, los templos del Kamasutra.
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6 Respuestas a “Visitar el Taj Mahal, la foto más esperada de un viaje a India”
Hola Yolanda y Marcos! Enhorabuena por vuestro blog!
Veo que habéis visitado el Taj Mahal un sábado. Lo recomendáis o hay demasiada gente en fin de semana? Estoy planificando el viaje y la visita me coincide en un viernes, por lo que también me quedaré hasta el sábado para poder verlo.
Muchas gracias!
Hola Mirian,
Qué bueno que vayas a visitar el Taj Mahal! No te preocupes por el día que vas a ir (siempre que no sea el viernes, cierra ese día a cal y canto). De resto da igual, habrá gente y más gente, es uno de los lugares más visitados del mundo, los indios tienen precio reducido y son masas las que visitan el mausoleo. No queda otra que lidiar con ello.
Aún así verás que quedas maravillada con el Taj Mahal!
He leído por ahí que es recomendable ir con calzado cerrado a India por el peligro a pisar «caca».
Veo que la gente en Agra va con sandalias abiertas sin problema ¿es un destino que se puede calzar así sin peligro?
Gracias
Hola Susana,
Efectivamente India es un país bastante sucio. Nosotros íbamos con sandalias abiertas más que nada por la comodidad de que a cada templo que entres debes hacerlo descalzo. Obviamente, los pies los tendrás negros cada día pero no hay problema. Si prefieres ir con calzado cerrado no tendrás problema tampoco.
Que disfrutes mucho de India, es un país fascinante!
Saludos!
Me paso lo mismo … fui un día viernes a Agra … sin idea de que día era para visitar el Taj Mahal … jaja, qué coincidencia … tuve que volver al otro día.
Imagínate nuestras caras cuando llegamos a comprar los tickets, encima el madrugón que nos habíamos metido entre pecho y espalda!
Una experiencia más 🙂
Gracias por comentar Silvana