Visita a una bodega en Sanlúcar de Barrameda

Sanlúcar de Barrameda huele a manzanilla (también a salitre). Playas kilométricas, aguas del Atlántico, la cercanía de Doñana y una luz especial le dan sentido a este enclave costero de la provincia de Cádiz. La gastronomía es uno de sus reclamos y dentro de ella la manzanilla es la reina de la mesa. Visitar una bodega en Sanlúcar de Barrameda ayuda a entender muchas cosas.

Recorrer las calles de su centro histórico nos traslada a un pasado comercial y de exploración en el que el mundo recién descubierto (América) aportaba gran parte de la riqueza económica y cultural a la ciudad. Aún hoy se respira ese trasiego que una vez fue marca de la casa. El tercer viaje de Colón hacia el nuevo mundo partió de Sanlúcar en 1498 lo cual muestra la importancia de su puerto.

Plaza del Cabildo en Sanlucar de Barrameda

A mediados del siglo XVIII Sanlúcar de Barrameda tenía una población de 14.000 habitantes siendo su principal actividad económica la producción de vino. Es en esa época cuando se fundan las bodegas Hidalgo La Gitana (1792) a orillas de la antigua playa. En el siglo XIX esta bodega familiar alcanza su máximo esplendor convirtiéndose en la compañía productora de Manzanilla más importante de España.

De hecho, la manzanilla tiene su propia marca. Su propio sello de calidad. Hablamos de la Denominación de Origen Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. Pero, ¿qué es la manzanilla? Se trata de un vino blanco elaborado con uva palomino en tierras de albariza y envejecido bajo una capa de levaduras llamada velo de flor. La manzanilla de Sanlúcar es extraordinaria.

Bodega La Gitana en Sanlucar de Barrameda

Una visita obligatoria en Sanlúcar de Barrameda

Sanlúcar de Barrameda es agradable, invita a pasear. Una de sus calles más destacadas es la avenida Calzada Duquesa Isabel, de hecho, allí localizamos la oficina de información turística desde donde, armados con unos mapas y de recomendaciones locales, comenzamos la ruta por la ciudad. Más info sobre la oficina y los recursos turísticos de la zona aquí.

Pronto llegamos a la calle Banda de la Playa cuyo trazado marca la antigua línea costera durante el siglo XVIII. Desde ahí todo el terreno ganado al mar ha sido de manera natural. El río Guadalquivir desemboca en Sanlúcar y allí deposita gran cantidad de sedimentos. En el número 40 se sitúan las bodegas Hidalgo La Gitana.

Retrato de La Gitana dentro de la bodega

Lo que desde fuera parece una nave sin más se convierte en toda una experiencia al acceder a su patio principal. En su patio principal comienza la visita que nos lleva no solo a conocer la historia de esta bodega sino a comprender Sanlúcar desde el punto de vista de la manzanilla, un producto obtenido con mimo que se traduce en calidad.

Hablar de la manzanilla es hacerlo de vientos, de microclimas, del relieve de la ciudad. Sumados estos elementos dan lugar a un producto único, un vino vivo y de crianza ecológica. Un vino fresco y agradable al paladar. Un vino que da gusto saborear en cualquier época del año.

Visita guiada en bodega La Gitana

Bodegas Hidalgo La Gitana, donde la manzanilla cobra vida

La manzanilla es vida y como tal el proceso desde la siembra hasta el embotellado tiene una serie de pasos que se han de cubrir obligatoriamente. Los vientos que provienen tanto del Atlántico como del Guadalquivir aportan ese punto de humedad necesario para que la uva crezca sana. También es necesario un buen terreno de cultivo. Este es el conocido como albariza, de composición cálcica, con arcilla y fósiles marinos aporta los nutrientes necesarios.

Caminamos por la bodega catavinos en mano (en lugar del típico vaso de caña) dispuestos a saborear la vida (al menos la de Sanlúcar). La visita a esta bodega desgrana un poco de su historia y de su razón de ser. Sin embargo, el plato fuerte comienza en el mismo instante que pisamos la zona de las bodegas propiamente dichas. Allí descansan las botas de manzanilla en un sistema de soleras y criaderas tan peculiar como único.

Barriles en Bodega La Gitana

Entre degustaciones seguimos aprendiendo sobre el vino local. Las pupilas se dilatan al mismo ritmo que absorbemos nuevos datos. En origen se obtiene un vino con 11º, posteriormente se llega a los 15º. Pero si hay algo único es el estilo de crianza conocido como velo de flor, una reacción biológica que hacen determinadas levaduras y que, además, no es deseable durante la producción del común de los vinos. Con la manzanilla ocurre todo lo contrario.

Gracias a una bota estratégicamente cortada en uno de sus extremos podemos descifrar el misterio. El velo de flor es un proceso biológico por el cual la botas se rellenan dejando un espacio para que las levaduras típicas fermenten formando una capa que interviene en el proceso de envejecimiento y obtención de la manzanilla.

Degustacion en bodega La Gitana en Sanlucar de Barrameda

Algunas características del paisaje sanluqueño

Defecto o virtud. La manzanilla no se guarda ni envejece bien como suele suceder con otros vinos. Su consumo es casi que de aquí y ahora. Hablamos de 2-3 semanas si es manzanilla fresca a granel. 6-8 meses para el caso de la manzanilla embotellada. Si es filtrado 1,5 años. En cualquier caso hay que tener cuidado con la luz y el calor.

Nombrábamos los microclimas, los vientos, el relieve pero también es justo añadir otras características que resultan ser clave no solo a la hora de obtener la manzanilla sino que forman parte del paisaje de Sanlúcar de Barrameda. La propia construcción de las bodegas, la vegetación, el albero (albariza), las ventanas o la propia mano del hombre son factores a destacar.

Manzanilla en Cádiz

El albero forma el sustento de las bodegas. Fácil de tratar, generoso al ofrecer humedad en las bodegas. Sobre él las cubiertas muchas veces rematadas con vigas centenarias. Las ventanas, amplias y que gracias a su orientación, permiten regular temperatura y humedad. Todo ello suma, nada es prescindible a la hora de obtener el líquido elemento.

Las visitas a cualquier bodega en Sanlúcar de Barrameda requiere de reserva previa, con Hildago La Gitana ocurre lo mismo (más info aquí). En este caso, se realizan de lunes a sábado a las 12:00 y 13:00 hrs. Duración aproximada de 75 minutos que incluye cata de cuatro vinos (Manzanilla La Gitana en Rama y Manzanilla Pasada Pastrana desde la bota, Amontillado Napoleón y Cream Alameda) y obsequio de un catavino de “La Gitana”.

Lee aquí sobre nuestras recomendaciones de visitas desde Jerez de la Frontera

Uvas de Sanlúcar

Visita previa y reserva para ver una bodega en Sanlúcar

Puedes completar la ruta por cualquier bodega con la visita al Centro de Interpretación de la Manzanilla. Este centro se localiza junto al mercado en un lugar conocido como las Covachas Sanluqueñas, una galería porticada de finales del siglo XV en la que muestra todo lo relacionado con la manzanilla. Su visita nos pareció de lo más interesante. Horario: lunes a sábado desde las 09:30 – 14:30 hrs.

Importante, temporada alta los cupos para visitar las bodegas suelen llenarse por eso si prefieres asegurar tu plaza has de reservar con antelación. Hidalgo La Gitana no es la única bodega en Sanlúcar de Barrameda, hay otras alternativas. Consulta precio y disponibilidad aquí ↓

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Visita guiada por Sanlúcar de Barrameda

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