Tana Toraja y el culto a los muertos en Sulawesi
La región Tana Toraja posee una cultura apasionante. Tanto es así que estando de viaje en Indonesia -por cierto, el país con mayor número de musulmanes del mundo- no podíamos dejar de visitar este rincón en el que se practica el cristianismo.
Los Toraja conviven con la muerte. Así es que celebran (nunca mejor dicho) sus funerales de la manera más curiosa en tanto que consideran ese momento como el más importante en la vida de una persona. Con cada velatorio se ofrece una gran fiesta (para algunos macabra) en forma de matanza de búfalos y cerdos. Sin embargo todo va un paso más allá. Es tradición convivir durante un cierto tiempo (incluso años) con el cadáver del difunto momificado.
Viaje para ver la región Tana Toraja
Durante nuestro viaje por Indonesia queríamos ver algo realmente diferente. Así fue como fijamos el objetivo en visitar una pequeña parte de la isla de Sulawesi, un curioso lugar en el mapa con forma de letra K. Allí buscamos y dimos con un lugar interesante, Rantepao. ¿Por qué Rantepao? El pueblo en si no es gran cosa pero alrededor de él hay muchísimos lugares que visitar.
Ahora bien, los que viajamos hasta esta región lo hacemos por un motivo, asistir a una de sus típicas celebraciones, los funerales (que se festejan durante todo el año siendo el verano cuando son más multitudinarios). El punto álgido de un entierro consiste en una matanza de búfalos y cerdos. La carnicería puede ser pequeña y familiar o suponer todo un festival de sangre. Si la familia es pudiente se pueden llegar a degollar a varias decenas de animales de modo que al correr la sangre se ayuda al difunto a llegar al paraíso.
¿Cómo llegar hasta Rantepao?
Existe una línea aérea local que hace el trayecto entre Makassar y Rantepao, sin embargo, nos fue imposible encontrar información real sobre la seguridad de la misma. Este tema no hay que tomarlo a la ligera pues son no son pocas las aerolíneas indonesias que figuran en la lista negra de la Unión Europea.
Optamos por la ruta más fácil y a la vez más larga. Para llegar a Sulawesi tomamos un vuelo desde Yogyakarta que nos dejó en la caótica y fea ciudad de Makassar (capital de Sulawesi). Tras hacer noche en la ciudad, aprovechando la amabilidad de nuestro anfitrión Dodo (conocido como «The Penman» por su afición a coleccionar bolígrafos, tiene miles), tomamos un bus de 10 horas hasta Rantepao en lo que fue un bonito pero largo trayecto.
La ruta entre Makassar y Rantepao posee buenas conexiones por tierra. Los buses son bastante cómodos incluso algunos se anuncian con WiFi abordo lo cual es de agradecer si optas por hacer el trayecto nocturno. Nosotros, fieles a nuestras costumbres, evitamos viajar de noche porque no podemos dormir sentados. Aún así tomando el bus desde Makassar por la mañana llegamos a Rantepao de noche (hay que recordar lo temprano que anochece en Asia).
No llevábamos reserva de hotel así que en ese instante buscamos (con la ayuda de Óscar – Persigue tus Sueños – y sus amigos a quienes conocimos nada más poner pie en tierra) un lugar decente donde alojarnos durante las cinco noches que permaneceríamos en Rantepao.
Hotel recomendado en Rantepao
En el primer hotel que preguntamos nos hicieron precio especial así que allí nos quedamos, no nos apetecía andar buscando mucho más, además, llovía así que cerramos el trato rápidamente. El Hotel Indra Tana Toraja es tan cómodo como básico y barato. Las habitaciones contaban con 2 camas y un espejo pero al menos teníamos WiFi para entretenernos. Este hotel es tu sitio si vas justo de presupuesto de lo contrario busca precio en el cercano Luta Resort.
Qué ver y qué hacer en Rantepao
Día 1 → Visita al pueblo de Rantepao
A la mañana siguiente, ya descansados e instalados entre los Tana Toraja, decidimos recorrer el pequeño pueblo de Rantepao. No habíamos visto absolutamente nada la noche anterior y teníamos curiosidad por descubrir la ciudad y comenzar a observar las particulares casas de la población Tara Toraja.
Encontramos que, si bien Rantepao no posee muchos lugares interesantes, merece la pena dar un pequeño paseo. Nos acercamos a varias oficinas que anunciaban en sus carteles “Oficina de Turismo de Rantepao” sin llegar a dar con la oficial. Pues en todas ellas trataron de vendernos algún tour con conductor. Afortunadamente, por lo menos salimos con un mapa de la zona pero sin decidir si era más conveniente alquilar un coche o una moto para recorrer todos los lugares que habíamos marcado.
Mapa de Rantepao
Sobre el mapa seleccionamos aquellos lugares que nos interesaban visitar y acordamos invertir dos días en recorrer los alrededores de Rantepao. Eso sí, la opción de alquilar moto la habíamos descartado, a las 15:30 hrs comenzó a llover sin parar así que nos decantamos por reunimos con un conductor que nos había recomendado Dodo. Tras un rato de negociación decidimos contratar sus servicios.
El plan era sencillo y poco exigente. Así el primer día visitaríamos la zona sur de Rantepao (Londa, Lemo, Kambira) y durante la segunda jornada la zona norte (Bori, Palawa, Deri, Batutumonga). Precio: 400.000 rupias por sus servicios como conductor durante 8 horas al día.
Día 2 → Recorrido en coche (zona sur de Rantepao y funeral toraja)
Comenzamos el recorrido y la primera visita que realizamos fue a un funeral. Directos al grano. Nuestro conductor había preguntado el día anterior por los lugares donde tendrían lugar las famosas celebraciones funerarias y fue lo primero que hicimos ese día en Rantepao.
Dicho esto, parece ser que existe bastante secretismo en la propia ciudad de Rantepao sobre dónde y cuándo serán los funerales. De esta manera te lo ponen un poco más difícil para que no lo hagas por libre y acabes contratando un coche y conductor (a veces hasta te cuelan un guía).
Asistir a un funeral cuando uno está de vacaciones puede que no resulte un plan muy apetecible, sin embargo los funerales de los Tana Toraja son un tanto diferentes. Especialmente el segundo que realizan pues se trata más una celebración que un acto triste.
Tras el fallecimiento se realiza un pequeño funeral familiar y, posteriormente, se debe reunir el dinero suficiente para comprar búfalos y cerdos. Estos animales son sacrificados el día del enterramiento propiamente dicho y son el plato fuerte del almuerzo.
No sabíamos que nos íbamos a encontrar asistiendo a un evento de estas características. ¿Podríamos soportar la matanza de búfalos y cerdos o tendríamos que apartar la vista y marcharnos? Asistimos con los nervios a flor de piel. El conductor se perdió con el coche en una zona de abundante vegetación y de repente se detuvo.
Nos señaló una zona donde grupos de personas parecían agruparse y comenzamos a caminar. De forma repentina un grupo de jóvenes pasó a nuestro lado cargando un cerdo. Sí, le llegaba su peculiar San Martín esa mañana.
Cuando nos acercamos a la zona de reunión, la familia del difunto nos dio la bienvenida (obviamente no éramos los primeros occidentales que asistíamos a este tipo de celebraciones). Le entregamos un cartón de cigarros al marido de la difunta (se aconseja llevar siempre un regalo y cigarros suele ser lo más adecuado) y nos invitó a sentarnos a su lado.
Un grupo de grandes casetas de madera estaban dispuestas alrededor de una zona abierta donde intuimos que tendría lugar la matanza de animales. Al rato de llegar comenzaron a traer los animales. Cinco búfalos y cuatro cerdos. Un par de minutos después comenzaba el sangriento espectáculo.
Los cortes de los búfalos fueron directos a la garganta, hachazos rápidos y limpios. Mientras el matarife les iba dando la “bendición” uno por uno otro grupo los iba desollando para, posteriormente, asar su carne y servirla como almuerzo a los allí presentes. Aquello era una auténtica bacanal donde el vino era sustituido por la sangre.
El espectáculo fue un poco grotesco como se puede observar en las imágenes (hemos censurado las más desagradables). Al fin y al cabo es una matanza como podemos presenciar en otras partes del mundo. Cierto es que el funeral al que nosotros asistimos fue sencillo. No hubieron bailes, ni ostentosas celebraciones. Probablemente se trataba de una familia modesta. Tras la matanza los cuernos de los búfalos son expuestos delante de sus pintorescas casas.
Los “tau-tau” de Lemo
Tras el funeral, y con el estómago un poco revuelto, comenzamos con las visitas culturales en la zona de los Tana Toraja. Nos dirigimos primero hacia Lemo, un lugar de enterramiento con ataúdes situados en cuevas excavadas en la roca. Estos orificios se encuentran custodiados por pequeños balcones donde se colocan (figuras de piedra o madera) llamadas “tau-tau” con los rasgos físicos de la persona fallecida.
Que coloquen un muñeco por fuera de tu tumba con tu aspecto físico es algo, cuanto menos, curioso. No detuvimos un rato admirando los reales rasgos de algunos “tau-tau“ aunque lo que más nos gustó de la zona fueron los paisajes realmente bonitos compuestos por numerosos arrozales. Durante la visita aprovechamos para caminar entre ellos y disfrutar de la abundante vegetación de esta isla de Indonesia. Estábamos solos y la mañana era agradable a más no poder. Una vez de vuelta al coche pusimos rumbo a Kambira.
Tumbas de bebés en Kambira
Los Tana Toraja además de realizar dos funerales, ser cristianos y tallar los “tau-tau” tienen la creencia de devolver a la naturaleza todo lo que de ella procede. Por ello aquellos bebés que fallecen antes de que les salga el primer diente eran enterrados en el interior de un árbol. De esta manera ellos creen que regresan de nuevo a la madre naturaleza.
Un lugar donde observamos un árbol usado para este tipo de enterramientos es Kambira. En el se han cavado numerosos nichos donde los bebés eran colocados.
Cuevas funerales de Londa
Otra zona de la región Tana Toraja en la que se observan enterramientos en roca donde podemos observar los “tau-tau” es en Londa.
En este punto parece que todo ha sido colocado para sacar escalofriantes fotos pues la hilera de calaveras al inicio de la cueva no parece que haya acabado ahí de manera fortuita. Fue la última visita que realizamos ese día ya que tras el almuerzo regresamos al hotel para descansar el resto de la tarde y cenar.
Día 3 → Recorrido en coche (zona norte de Rantepao)
El pueblo de Palawa
Al día siguiente nos citamos con nuestro conductor bastante temprano para comenzar a recorrer la zona norte de Rantepao. El primer destino fue el poblado de Palawa.
Si hay algo que distingue a la población Toraja son sus curiosas casas con forma de barco invertido llamadas “tongkonans“. Estas casas representan los barcos en los que los primeros pobladores llegaron a Sulawesi. Uno de los pueblos más llamativos que visitamos para observar estas construcciones fue Palawa.
Estas casas las vas observando durante todo el recorrido por la zona. En estos poblados hay que pagar pero existen otros muchos gratuitos. El día anterior habíamos fotografiado y recorrido algunos gratis puesto que la población Toraja realmente vive en este tipo de construcciones.
Continuamente vas cruzando pequeños pueblos y las observas. De ahí que cuando el conductor nos comentó el visitar otros lugares del tipo de Palawa (como Kete Kesu), con necesidad de abonar una entrada, le dijimos que no era necesario.
Piedras megalíticas en Bori
Tras recorrer Palawa pusimos rumbo a Bori, una zona repleta de piedras megalíticas que hacen las veces de lápidas. Algunas de ellas medían entre tres y cinco metros de altitud resultando realmente impresionantes.
En esa misma zona también observamos enterramientos en enormes rocas, algunos un tanto tenebrosos pues en el exterior se apilaban calaveras y numerosos huesos. Encontramos también en los alrededores algunos graneros con la misma forma que las casas tradicionales pero de menor tamaño que reciben el nombre de “alan“.
Los arrozales de Deri
Los alrededores de Rantepao, además de servir para descubrir las apasionantes singularidades de la cultura de los Tana Toraja posee unos paisajes que quitan el hipo. Una de las vistas más bellas la obtuvimos desde Deri, famosa por la panorámica de arrozales que desde ella se obtiene.
Enormes planicies dispuestas en escalones de un verde intenso se pierden entre la abundante vegetación. Al pasar en coche por esta zona la parada fotográfica fue totalmente obligatoria. Maravillosa fue también la panorámica desde Batutumonga, un mirador situado en lo alto de las montañas desde el cual se puede observar el pequeño pueblo de Rantepao en la distancia. Aprovechamos esta parada para almorzar en su restaurante pues eran ya casi las dos y media de la tarde. Tras la comida, regresamos de nuevo a Rantepao.
Datos prácticos sobre la región Tana Toraja
– Las entradas a Lemo, Londa, Kambira … cuestan entre 30.000 y 40.000 Rupias por persona.
– Alquilar una moto en Rantepao para visitar todo Tana Toraja cuesta unas 70.000 Rupias por día.
– La oficina de información turística de Rantepao se encuentra justo junto al hospital y a la entrada del pueblo.
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4 Respuestas a “Tana Toraja y el culto a los muertos en Sulawesi”
Hola,
en julio iré a indonesia por la 2 vez y estoy considerando si ir al Sulawesi pero el ritual del funeral me parece muy impacatante..no se si voy tolerar ver matar un animal.
asi que igual estoy pensando ir al kalimatan, bali, komodo, rinca y flores.
que pensais del sulawesi?
Hola Rita!
Es indudable que los funerales en los alrededores de Rantepao son una autentica matanza, no te lo voy a poner bonito pues a los búfalos se les degüella y después se les quita todo, lo mismo aplica a los cerdos. Hay que tener estómago para ver aquello especialmente si vas a un funeral de los grandes. Dicho esto, la zona es preciosa y realmente auténtica. Nos quedamos con ganas de seguir viaje hacia el norte de Sulawesi pero se nos hacía tarde para volver a Makassar a tomar el avión.
¿Has pensado en visitar la reserva de Orangutanes en el Borneo de Indonesia? Por lo que he leído es una experiencia impresionante y muy a tener en cuenta.
Según buscas más y más info sobre el país te das cuenta que una vida no da para verlo todo!
Marcos
¡Parece que todo sea el decorado de una película! Muy bonito todo, fotos e historias. Lo que más me ha gustado han sido las casas en forma de barco. Me apunto el lugar 😉
¡Saludos!
Hola Sara,
Apúntatelo y, si pasas por Sulawesi, date un salto. Imagino que cada vez será más y más turistico pero realmente vale la pena 🙂
Gracias por leernos y dejarnos un comentario!