San Miguel de Abona, paseando entre caseríos y grabados rupestres

Sobre los senderos empedrados que parten de San Miguel de Abona se lee la próspera historia del que fue, tras la conquista, uno de los enclaves comerciales más importantes del sur de Tenerife. Caminos sobre los cuales los guanches dejaron imborrables huellas y que hoy en día conservan un rico patrimonio cultural y etnográfico digno de ser compartido. Para ello hay que aventurarse a caminar una sencilla ruta desde el casco histórico de San Miguel de Abona.

El sendero a pie que nos lleva desde el casco histórico hasta Aldea Blanca (SL-TF 231) representa un viaje al pasado. Una vereda que se abre camino entre tradicionales caseríos de piedra, antiguos hornos usados para la elaboración de tejas, fuentes de agua pura y grabados rupestres perfectamente conservados. Un sendero lineal de unos 7,5 km. que se cubren sin mayores dificultades en poco más de 4 horas.

Caserío de la Hoya en el sur de Tenerife

Qué ver en San Miguel de Abona, un tesoro en el sur de Tenerife

Todo aquel que alcanza el corazón de San Miguel de Abona queda gratamente sorprendido. Representa el sur de Tenerife más desconocido, aquel que conserva uno de los cascos históricos mejor preservados de la isla. Declarado Bien de Interés Cultural el Conjunto Histórico de San Miguel de Abona responde al modelo característico de traza lineal que se corresponde con el antiguo camino real que discurría por las medianías de la comarca de Abona y conectaba Granadilla y San Miguel con el Valle San Lorenzo.

Paseando por sus calles es sencillo transportarse a La Palma en incluso a Cuba, no en vano la catedral de La Habana se realizó con cantería de esta zona de Tenerife. Si bien los orígenes del núcleo urbano son inciertos muchas de las viviendas del centro histórico datan del siglo XVIII y XIX y pertenecieron a terratenientes de la comarca cuyo poder económico procedía de las fortunas amasadas en América y su inversión en la compra de tierras en su localidad natal, así como en la apropiación y gestión de las tierras del mayorazgo de Chasna y del señorío de Adeje.

Panel informativo del sendero local desde San Miguel a Aldea Blanca

Calles de San Miguel de Abona

Entre los edificios antiguos del casco histórico destaca especialmente la Casa Museo de El Capitán, situada muy próxima al inicio del sendero local que nos lleva desde San Miguel de Abona hasta el caserío de Aldea Blanca. Una antigua casa con más de 200 años de historia que presume de elegantes muros de piedra y balcones realizados en madera de pino canario.

Merece la pena entrar en el museo (acceso gratuito) y pasear por sus salas antes de comenzar a andar. El museo alberga varias salas dedicadas a distintos temas etnográficos que tienen que ver con la vida en la comarca. Una buena forma de familiarizarse con el lugar, su historia y tradiciones antes de empezar a andar.

Patio de la casa museo de El Capitan en San Miguel de Abona

Interior de la casa Museo El Capitan en San Miguel de Abona

Caminos reales, desde San Miguel a Aldea Blanca

Nos dirigimos a la calle La Cruz (localización aquí) donde el asfalto muere y da paso al empedrado original de este camino señalizado como SL (Sendero Local) marcado con una raya blanca sobre una raya verde. El conocido como Camino Real del Sur data del siglo XVI y fue una senda construida para conectar la capital del momento (San Cristóbal de La Laguna) con los principales pueblos del sur de la isla haciendo posible el paso de persona, animales y el transporte de mercancías.

Al poco de empezar a andar observamos una zona de extracción de piedra. Una enorme cantera de tosca de la que se obtenían cantos blancos, atarjeas, grandes bloques o la piedra necesaria para levantar muros de bancales y caminos. Desde este punto partían los animales cargados hasta los caseríos más cercanos para levantar sus paredes. Aquí nos tomamos unos minutos, las vistas hacia la costa sureste de Tenerife son magníficas.

Empedrado del sendero desde San Miguel de Abona a Aldea Blanca

Resulta sencillo distinguir la silueta de la elegante Montaña Roja adentrándose en el mar, separando de forma exquisita las playas de El Médano y La Tejita. El lugar ideal al que dirigirnos tras completar este sendero. Una visita a El Médano siempre es agradecida (más info aquí).

Descendemos hacia el barranco de El Lomo, entre tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), cardones (Euphorbia canariensis) y tuneras (Opuntia dilleni) para alcanzar una bifurcación en la que continuamos hacia la izquierda, rumbo a Tamaide. Décadas atrás, desde este mismo lugar debió escucharse el sonido del agua caer al interior de la fuente que en breve alcanzaremos.

Señales indicando el camino a seguir hacia Aldea Blanca en Tenerife

La Fuente y el Caserío de Tamaide

La primera aproximación a Tamaide la realizamos a través de la conocida como Fuente de Tamaide, uno de los lugares con más historia de este sendero. Y es que desde la cumbre se filtra el agua procedente de la lluvia y de las nevadas invernales. Como si fuera una esponja el terreno de la isla lo va absorbiendo y almacenando en su interior para brotar en manantiales como este. Por ello el lugar era frecuentado por los vecinos de la zona.

La fuente de Tamaide cuenta con dos tanquillas originales que fueron utilizadas para labores de lavado de ropa convirtiendo este punto en un concurrido lugar en el que se daban cita lavanderas y aguadoras. También pastores pues hasta aquí llegaba el ganado, prueba de ello lo encontramos en algunas de las cuevas naturales de los alrededores, fueron aprovechadas como corrales de cabras.

Tanquillas de agua en la fuente de Tamaide

Desde la fuente continuamos en ligero ascenso hasta enlazar con la carretera. Nos desviamos brevemente a la derecha para acercarnos a un grupo de casas abandonadas que se corresponden con el antiguo Caserío de Tamaide. Sus gruesos muros de piedra resisten el paso del tiempo mostrando las heridas del abandono.

Caminamos por el interior de algunas de sus estancias descubriendo lo que en su momento pudo tratarse de la cocina al contar con una pequeña repisa para guardar utensilios. Intuimos que las otras casas debieron estar destinadas al descanso.

Casas abandonadas en el caserío de Tamaide

El Caserío de la Hoya en San Miguel de Abona

Desde Tamaide continuamos siguiendo las señales de este sendero local rumbo al Caserío de la Hoya donde un antiguo horno de teja en perfecto estado de conservación (restaurado en 1993) nos da la bienvenida. Se trata de un símbolo de una de las actividades tradicionales de San Miguel de Abona, la elaboración de tejas con barro de la zona. La elaboración de tejas era un trabajo de máximo cuidado y delicadeza.

El barro se recogía de las laderas cercanas al Caserío de la Hoya donde se moldeaba, cortaba y tendía al sol. A continuación las tejas se colocaban en el interior del horno, de forma vertical una encima de la otra. Permanecían al fuego durante un día y, posteriormente, se dejaban enfriar durante una semana. Este proceso tenía lugar durante el verano para así aprovechar el calor del sol para un mejor secado.

Horno de tejas en el caserío de la Hoya en Tenerife

Tras observar el horno de teja, nos acercamos a la entrada del Caserío de la Hoya. Este sitio etnológico supone uno de los enclaves más antiguos de la comarca. El Caserío de la Hoya guarda casas representativas de la arquitectura rural del sur de la isla. Estas se levantaron con sillares y bloques de tosca pumítica y cubiertas de teja curva a dos aguas, alternando con otras de azotea. Pasear entre los muros de piedra nos traslada a lugares como Santillana del Mar (Cantabria). En este caso, el caserío si que cumple ser llano y estar relativamente próximo al mar.

El antiguo Camino Real del Sur atraviesa este pequeño caserío donde una de sus casas ha sido restaurada y se ofrece como alojamiento rural (Casa Rural Vera de la Hoya). Un lugar fantástico donde pasar unas noches tranquilas si buscas una desconexión total. Dejando atrás la casa rural y caminando sobre un empedrado conservado de forma asombrosa alcanzamos la Fuente de La Hoya y junto a ella una antigua mina dedica a la extracción del jable, las conocidas como jableras, un material usado principalmente en la agricultura.

Fuente de la Hoya en el sendero hacia Aldea Blanca en Tenerife

El jable es un material volcánico de color blanquecino muy parecido a la piedra pómez. Colocado sobre las huertas a modo de gran manto protege de la insolación (de los rayos del sol) conservando la humedad del suelo y facilitando el control de plagas y las enfermedades de los cultivos. Cualquier cosa con tal de facilitar el duro trabajo de la tierra en una zona tan árida como la vertiente sur de Tenerife.

Bordeamos a continuación la conocida como Casa del Gato, una antigua construcción tradicional con una era próxima donde aventar el cereal plantado en los bancales cercanos. A medida que avanzamos las vistas de las terrazas de cultivos se vuelven realmente espectaculares. Resulta siempre sorprendente este sistema de cultivo de terrazas, construidas para solucionar el problema de inclinación de las laderas de los barrancos. Un aprovechamiento total de la tierra utilizando el ingenio.

Casa del Gato en el sendero desde San Miguel de Abona

Casa del Gato y bancales destinados al cultivo en San Miguel de Abona

Caminamos por la base del Roque de Jama, una zona frecuentada por los vecinos de San Miguel de Abona y mucho antes que ellos, por aborígenes de Tenerife. Los alrededores de Jama fueron un lugar importante en la cultura guanche pues se han encontrado numerosos vestigios como cazoletas, restos de cerámica, huesos, canales y grabados rupestres. San Miguel, con alrededor de 200 yacimientos guanches, es uno de los municipios con más riqueza etnográfica de Tenerife.

Es evidente que los aborígenes consideraban este lugar como una zona especial. Transitaron por este mismo camino acompañados de sus rebaños de cabras. Se resguardaron ahí, en una zona alejada del mar pero lo suficiente cerca como para controlar la costa. Cerca de manantiales de agua y con vistas al volcán del Teide. No es raro que conformaran el conocido como menceyato de Abona, la unidad política y territorial en que se dividía la isla de Tenerife antes y durante la conquista castellana.

Sur de Tenerife desde el sendero de San Miguel de Abona a Aldea Blanca

Seguimos por el camino hacia Aldea Blanca hasta encontrar una bifurcación a la izquierda (falta la señal de sendero local), y continúa en ligero descenso. Justo en la curva hacia la izquierda párate y observa bien a tu alrededor, descubrirás una inolvidable sorpresa. En este punto de la ruta dejamos atrás la montaña de La Centinela, distinguiendo sobre ella una de las obras del lanzaroteño César Manrique, el Restaurante Mirador La Centinela.

Nos acercamos a Aldea Blanca y cardones (Euphorbia canariensis) y tabaibas amargas y ducles (Euphorbia lamarckii y Euphorbia balsamifera) vuelven a ser protagonistas en el paisaje. Próxima a una tabaiba amarga descubrimos un pequeño animal moviéndose lentamente entre sus hojas. Sorprendidos observamos el contoneo de la esfinge canaria de la tabaiba (Hyles euphorbiae tithymali), una mariposa de color marrón con líneas blancas que es endémica de Canarias. Un magnífico regalo para este día de senderismo por el sur de Tenerife.

La Centinela y Roque de Jama en Tenerife

Esfinge canaria de las tabaibas

Según avanzamos el paisaje va cambiando, las vistas nos regalan un campo de antiguos volcanes bastante llamativo. Más de 20 volcanes de diferentes formas separados por zonas de cultivos. Sobre las lavas de esos volcanes se crearon grandes huertos que aún hoy distribuyen sus productos por la isla. Con la vista de un sur salpicado por conos volcánicos alcanzamos Aldea Blanca.

Desde allí parte otro sendero (TF-SL 231.1) de regreso a San Miguel de Abona, por lo que existe la posibilidad de realizar una ruta circular de unas 2 hrs. más. Otra opción es tomar un taxi de regreso a San Miguel (10€ aproximadamente) y acabar bien en la playa (por ejemplo en El Médano) o en un buen restaurante de la zona degustando algún plato de comida típica canaria. Ambas opciones resultan tentadoras y además no excluyentes. ¡Buen aprovecho!

Volcanes en el paisaje del sur de Tenerife

Paisaje volcánico en el sur de Tenerife

Dónde comer en San Miguel de Abona

Un lugar muy recomendado para comer en San Miguel de Abona es el guachinche La Montañita situado cerca del centro histórico. Ofrece una variada carta con comida típica canaria, platos caseros muy sabrosos y a muy buen precio. Garbanzas, queso asado, solomillo, papas, piñas y costillas, tomates aliñados, … que servidos con una copita de vino del lugar complementan de forma perfecta el día de senderismo por la zona sur de Tenerife.

Garbanzas en el Guachinche La Montañita en San Miguel de Abona

Papas, piñas y costillas en el Guachinche La Montañita en San Miguel de Abona

Nuestros tiempos en el sendero de San Miguel de Abona

12:00 hrs. Inicio sendero en San Miguel de Abona

13:00 hrs. Llegada a la Fuente de Tamaide

13:20 hrs. Llegada al horno de tejas en el Caserío de la Hoya

Parada para comer en el Caserío de la Hoya

14:20 hrs. Salida en dirección a la Casa del Gato

16:00 hrs. Llegada a Aldea Blanca

Castillo de San Miguel de Abona en Tenerife

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