Recorrer Bantayan en moto, un paseo entre pueblos de pescadores
La mejor manera de recorrer Bantayan es en moto. La comodidad y libertad que tienes al circular por las cómodas carreteras de esta isla cercana a Cebú no es comparable con ninguna otra cosa que hayamos disfrutado durante todo el viaje de 1 mes por Filipinas.
Alquilamos la moto directamente en nuestro hotel en Bantayan. La señora Sunshine (apodo que le dimos por el nombre de su hotel) nos gestionó todo por 200 Pesos las 24 horas, así teníamos tiempo más que suficiente para recorrer Bantayan desde Santa Fe hasta Madridejos parando en cada pequeño rincón de la isla.
A los pocos minutos de haber acordado el precio apareció un vecino de la zona con una pequeña moto de color rojo. Un hombre joven, sonriente pero de pocas palabras. Nos entregó las llaves, nos dio algunas explicaciones e indicó donde podíamos ponerle gasolina pues la pobre andaba con el depósito casi vacío. Dicho esto, con 50 Pesos nos dio para salir en dirección a Bantayan.
Según el último censo poblacional la isla de Bantayan cuenta con más de 120.000 habitantes (116 km²) sin embargo, en ningún momento notamos masificación ni en las calles ni en lo que a tráfico se refiere. Esto, unido al buen estado de las carreteras, hace que recorrer Bantayan en moto sea todo un placer.
Recorrer Bantayan en moto desde Santa Fe
Algo más de media hora tardamos en cubrir los 10 km. que separan Santa Fe de Bantayan. El tráfico en la capital se notaba algo más denso pero nada preocupante. Está todo a mano, de hecho, el cajero automático (motivo principal de nuestra parada en la ciudad) lo encontramos muy fácilmente pues se situaba en la misma carretera principal que cruza el pueblo.
El pueblo de Bantayan no ofrece nada realmente destacable. Nos perdimos con la moto entre sus calles pero nos resultó feo y algo caótico. Así que sacamos dinero y decidimos continuar en dirección norte recorriendo parte de la isla. Tomamos de nuevo a la carretera principal y salimos en dirección a Madridejos al norte de Bantayan.
El norte de Bantayan
La señora Sunshine nos había nombrado y recomendado visitar Kota beach en el norte, así que salimos con la esperanza de encontrar una playa donde refrescarnos y, por qué no, pasar el resto del día tranquilamente.
En mente teníamos la playa de Paradise beach, ella sabía lo que nos había gustado, así que pensábamos encontrar una playa parecida tras recorrer Bantayan. Nada más lejos de la realidad, al llegar al lugar nuestra ilusión se desvaneció nada más acercarnos a la costa. Sorteando un grupo de casas construidas con chapas y madera llegamos al mar. ¡Vaya panorama!
Estábamos ante una playa con poca arena, tremendamente sucia y con muchos barcos. En los alrededores de Kota beach todo tipo de fauna correteaba a nuestro alrededor. Cerdos, gallos de pelea, gatos callejeros y un sinfín de animales retozaban entre conchas de algún molusco, entre excrementos, llenos de moscas. Una imagen nada idílica aunque si bastante curiosa e inesperada.
Nos quedamos un ratito observando a los pequeños cerditos mientras pensábamos qué hacer y dónde dirigimos pues nuestro plan de playa se había desvanecido completamente. Decidimos desviarnos un poco hacia Kota Park una zona de descanso en la que nos tomamos un refresco antes de reanudar el regreso hacia Santa Fe pues el norte de la isla no presentaba ninguna opción interesante.
En Kota Park encontramos el Old Kota Fort, un fuerte construido en 1790 por el español Gabriel Lazaro, el fundador de Lawis (barrio de Madrilejos). Una estructura que fue construida con coral, caliza, azúcar roja, piedra y arena. Sirvió como refugio cuando los piratas llegaron en busca de mujeres y niños para venderlos como esclavos. Posteriormente, durante la II Guerra Mundial fue también usado como cementerio y lugar para capturar y ejecutar a soldados japoneses.
Observamos el fuerte desde el exterior pues estaba cerrado y emprendimos el camino de vuelta hacia Santa Fe por la carretera situada al este de Bantayan. Una ruta pegada a la costa y que cruza pequeños pueblos de pescadores en el que la cantidad de niños que había nos llamaba mucho la atención. Risas y fiestas de los más jóvenes al vernos con el casco y la moto amenizaron esta parte del recorrido.
Al llegar de nuevo a Santa Fe y tras una hora sobre la moto ya el cielo se había nublado completamente. Nubes cargadas de agua parecían acercarse poco a poco a isla. El plan de darnos un baño en Paradise beach quedó descartado. Así que fuimos a buscar un lugar donde almorzar.
Un delicioso bocadillo, una insípida hamburguesa y dos riquísimos jugos de mango más tarde (450 Pesos) estábamos listos para volver a nuestro hotelito (Sunshine Flower Resort). Dimos un pequeño paseo por la playa de Sugar beach y el resto de la tarde la pasamos viendo la lluvia caer. Afortunadamente precipitó al final del día permitiéndonos disfrutar de una preciosa jornada en moto por Bantayan.
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2 Respuestas a “Recorrer Bantayan en moto, un paseo entre pueblos de pescadores”
Hola Marcos y Yolanda, de lo mejorcito que hicimos en nuestro viaje a FIlipinas, la gente de Bantayan es amor puro, nosotros le dimos la vuelta completa. Parece ser que las obras de Madrilejos son perennes, fuimos varios meses despues de ir vosotros y alli seguian jajajaja.
Un saludo!!
Ya sabes que las cosas en el trópico van a otro ritmo, ¿qué prisa hay?
jajaja