Playa El Verodal, un tesoro rojo y azul en El Hierro
El Hierro es la isla mínima. Un lugar reconocido por su tranquilidad y por su variedad de paisajes en tan poco espacio. Esta isla hay que disfrutarla como un buen vino, pausadamente, pues sus parajes son de lo más singulares de las islas Canarias. De hecho, hasta hay un lugar donde bañarte cuya arena es de color rojo, la playa El Verodal.
Si ya el color es curioso, más lo es que se encuentren este tipo de espacios en una isla acantilada como es El Hierro. Charcos y piscinas naturales son los distintivos de la isla más joven del archipiélago, siempre con permiso de su gastronomía y de su rico patrimonio inmaterial. Ésto es lo que da forma y carácter propio a una isla que no nos cansamos de recomendar.
La arena roja de las playas como protagonista
Encontrar playas de arena roja en El Hierro es todo un acontecimiento. Una de ellas la localizamos en la costa de El Pinar, al suroeste de la isla, y se llama Tacorón donde además de charcos naturales de cristalinas aguas podemos disfrutar de una pequeña playa salvaje.
La playa del Tacorón es accesible a pie (no sin cierta dificultad pues el sendero es corto pero algo estrecho por lo que puede resultar complicado). Y una recomendación, lo mejor es hacer coincidir la visita a la playa de Tacorón con la bajamar para tener sitio donde dejar las cosas. La playa es salvaje y bonita a partes iguales.
Dicho esto, hay una zona litoral en la isla de El Hierro que cuenta con las mismas características que Tacorón pero que es más fácilmente accesible y además más amplia. Se trata de la playa El Verodal de arena roja que contrasta con el intenso azul del océano Atlántico.
Llegar a El Verodal es fácil (siempre en coche) pues desde el centro de La Frontera se tardan unos 25 minutos atravesando paisajes espectaculares. Primero se te irán los ojos hacia el gran valle de El Golfo, después hacia las plantaciones de piña tropical (la reina de la gastronomía herreña) y más tarde la vista se detendrá frente a restos volcánicos de colores negros y rojos oscuros. Entramos en El Hierro más apartado.
Camino hacia la playa en El Hierro
El Valle de El Golfo es impresionante por si mismo. Quizás para apreciarlo mejor lo ideal sea acercarse al mirador de La Pena que, con sus 650 metros de altitud, ayudan a componer la imagen más icónica de esta zona de la isla. El gran deslizamiento ocurrido hace unos 12-17.000 años dejó tras de sí la actual silueta de El Hierro.
Recordamos que la isla es la más jóven entre las islas Canarias (1,1 millones de años) por lo que lo normal es que los procesos erosivos no hayan tenido tiempo suficiente de formar grandes playas de arena como las que encontramos en Lanzarote o Fuerteventura. Por ello, en El Hierro lo que abundan son los charcos y piscinas naturales. La Maceta, Los Sargos o el Charco Azul son algunas de las principales zonas de baño en El Golfo (aquí puedes leer más sobre ellas).
Sin embargo, nuestra propuesta del día es la visita a una playa de las de toda la vida. Según nos alejamos del centro de La Frontera la carretera se hace más y más recta, algo raro en El Hierro. De repente nos desviamos hacia una pista de tierra. El polvo comienza a levantarse y el viento hace el resto. Esta zona de la isla suele ser bastante ventosa lo cual, junto a las corrientes marinas tan habituales en la zona, no invitan al baño seguro.
El final del camino coincide con una pequeña construcción bastante humilde. Parece un merendero pues dispone de algún fogón además de las típicas mesas y sillas de cemento. Si no vas provisto de sombrilla este es el lugar ideal donde resguardarse del implacable sol.
Cómo es la playa El Verodal
La playa El Verodal tiene unos 140 metros de largo y 10 de ancho con bajamar. Destaca por el color de su arena pero también porque no existen servicios de ningún tipo. Cuando decimos que es una playa salvaje es que realmente lo es. No hay socorrista, no hay tumbonas, no hay bar, no hay agua potable … ese es su encanto.
Mucho cuidado con las corrientes en esta playa. El mar no es tan manso como el de la playa de Tacorón donde su propio nombre nos indica lo tranquilo que es allí, el Mar de las Calmas. En la vertiente de El Verodal hay que andarse con ojo con el mar y con las piedras que caen del acantilados. Mejor poner la toalla a mitad de playa para evitar sustos.
Si has leído otras publicaciones sobre El Hierro, habrás visto que es una isla para recorrer por libre pero hay ciertas actividades que recomendamos reservar y para las cuales te vendrá bien tener un coche de alquiler. A continuación algunos ejemplos ↓
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- Avistamiento de cetáceos desde La Restinga
- Senderismo por Ventenjís
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