Udaipur, primeras impresiones de la ciudad más romántica de India
Habíamos leído que Udaipur era una ciudad limpia y tranquila en la que vale la pena parar y descansar unos días. Los muchos apodos con los que se la conoce hicieron aumentar nuestras expectativas. Sin embargo, teníamos esos comentarios en cuarentena, ya se sabe que la India siempre guarda sorpresas.
Afortunadamente, nuestra primera impresión de Udaipur fue buena. Menos tráfico y menos hostilidad que en cualquiera de las otras ciudades que habíamos dejado atrás en días anteriores. Los dos siguientes días recorriendo la ciudad prometían.
En coche desde el Monte Abu a Udaipur
Descendimos del Monte Abu por la sinuosa carretera llena de monos que habíamos atravesado el día anterior y tomamos la autopista en dirección a Udaipur. Fuimos directos a nuestro hotel en la ciudad, el hotel Sargam Sadan (échale un vistazo al enlace) situado a las orillas del lago Pichola, un lago artificial que fue construido en el siglo XIV para satisfacer las necesidades de agua potable.
En el interior del lago encontramos varias y pequeñas islas. Las más interesantes son la isla Jag Niwas, pues en ella se encuentra ubicado el Palacio Real del verano que hoy en día alberga un lujoso hotel, la isla Jag Mandir con otro bello palacio del mismo nombre y la isla Arsi Vilas famosa por ser el lugar desde donde disfrutar de bellos atardeceres.
Paseo y ruta a pie por Udaipur
La ubicación del hotel era excelente. Próximo al lago y cerca del corazón de Udaipur. Del hotel salimos caminando al centro de la ciudad, a tan sólo unos minutos cruzamos una gran puerta de piedra que nos daba oficialmente la bienvenida al centro de Udaipur.
Un centro que podemos dividir en dos zonas, situadas a ambos lados del lago Pichola. Nosotros nos encontrábamos en la orilla frente al palacio de la ciudad, así que debíamos buscar el puente para cruzar al otro lado.
Paseando por este lado del lago Pichola encontramos especialmente curiosas las pinturas en las fachadas de las casas. Algo que nos recordó a la ciudad de Jaisalmer. Existen numerosas pinturas callejeras muy coloridas. Fueron las protagonistas de nuestros primeros pasos en la ciudad. Los elefantes son sinónimo de buena suerte, larga vida, sabiduría y, además, alejan las envidias. Para los hindúes significa “el que abre caminos” y se traduce como “el destructor de obstáculos“.
Cuenta la mitología local que una noche, en que el dios Shiva regreso a su alcoba, encontró a alguien durmiendo con su esposa Parvati. Enojado le cortó la cabeza sin saber que se trataba de su propio hijo Ganesha. Al darse cuenta de su error y para congraciarse con su mujer salió y le cortó la cabeza al primer animal que encontró, un elefante y se la puso a Ganesha. Desde entonces Ganesha vivió feliz y así se le representa en esa religión.
Pero volviendo al viaje y a nuestra ruta por Udaipur no adentramos por pequeños callejones encontrando la orilla del lago Pichola. Una estampa muy relajante y fresca que ayudó a sobrellevar los treinta y tantos grados que hacían ese día. Afortunadamente a los pocos metros encontramos un pequeño restaurante donde aprovechamos para almorzar.
No recordamos el nombre pero probablemente debe aparecer en la guía de viajes más famosa pues habían numerosos extranjeros. Nos decidimos por unas hamburguesas (no eran de ternera, por supuesto) tras varios día sin probar la carne ¡cómo se echa de menos algo contundente!
Mientras almorzábamos disfrutábamos del juego de un grupo de niños bañándose en el lago. A varios metros de ellos un señor se frotaba con jabón y al otro del lago un grupo de mujeres lavaban su ropa. Una estampa típica de un país como India.
Después de almorzar decidimos callejear un poco al otro lado. Cruzamos el puente Daiji y desde allí observamos a otro grupo de mujeres haciendo la colada a orillas del mismo. A pesar del gran tamaño del lago Pichola su profundidad es bastante reducida y en épocas de sequía un parte de él se seca.
Otra de las actividades típicas del lago es realizar un pequeño paseo en barco partiendo desde el muelle del Palacio de la ciudad. Sin un rumbo claro y sin mapa en las manos nos fuimos perdiendo entre pequeños callejones con tiendas de coloridos saris, joyerías, agencias de tours, … Una tarde muy tranquila que disfrutamos enormemente. Regresamos al hotel y desde la azotea disfrutamos de una deliciosa cena con vistas al lago con el palacio de la ciudad iluminado de fondo.
• Reserva plaza para hacer un Free Tour en Udaipur (Gratis)
• Visita los ghats y da un paseo en barco por el lago Pichola
→ Puedes pedir presupuesto para un circuito por India similar al nuestro. Infórmate aquí ←
Otras publicaciones sobre India que te pueden interesar
- Qué ver en Jaisalmer
- Bikaner, recorrido que incluye la visita al templo de las ratas
- Visita a Jodphur, la ciudad azul
[divider]
¿Estás preparando tus vacaciones y necesitas un seguro de viaje? Por ser lector de La Gaveta Voladora tienes un 5% de descuento al contratar cualquier seguro IATI … haz clic sobre el banner para optar al descuento. Si necesitas más información puedes obtenerla pinchando aquí.
Suscríbete a nuestra newsletter
Regístrate para recibir todas las novedades de La Gaveta Voladora