Safari fotográfico para ver los animales salvajes de Sudáfrica

Tras la excitación del primer safari fotográfico del día anterior (que ya contamos aquí)  y después de haber descansado como auténticos reyes de la selva en &Beyond Phinda Mountain Lodge, nos levantamos bien temprano para acometer el segundo de los safaris que teníamos previstos en la reserva durante este viaje a Sudáfrica.

Las mejores horas para ver animales grandes y salvajes en plena actividad es poco después del amanecer y casi al atardecer. Los dos momentos de temperatura más suave del día. Durante la mañana hace tanto calor que los animales suelen estar en reposo o cobijados a la sombra de algún árbol. Reservando su energía para cuando refresque un poco.

Jirafas al atardecer

En busca de animales salvajes en África

Las 6:00 de la mañana es la hora del toque de queda para el salir de safari en Phinda Mountain Lodge. Así que a las 5 y media sonó el despertador para darnos el tiempo suficiente de prepararnos y acercarnos a la recepción del hotel.

La recepción del Phinda no es una recepción al uso. Se encuentra en una área abierta al aire libre repleta de sillones donde poder disfrutar de la naturaleza. Allí nos reunimos con Matt, nuestro ranger, quién nos dio los buenos días y ofreció té, café y galletas antes de partir. El desayuno tendría lugar después del safari. Se trataba de tomar algo y engañar a nuestras tripas durante algunas horas.

Lodge en un safari

Segundo safari fotográfico en Sudáfrica

Durante el primer safari habíamos observado cinco de los principales animales salvajes de África: jirafas, leones, cebras, búfalos y un leopardo intentando cazar impalas durante la noche. Para esa mañana teníamos en nuestra mente los rinocerontes y elefantes. Aún nos quedaban esas dos especies para completar el «Big Five».

Aunque también nos ilusionaba ver algún hipopótamo, el mamífero más peligroso de toda África (y eso que es herbívoro). Matt tomó su asiento al volante, Musa se agarró en la silla delantera del vehículo para tener una buena visión del territorio y los cuatro integrantes de nuestro grupo nos acomodamos en el todoterreno. ¡Salíamos de safari fotográfico en África!

Ranger del safari fotográfico en Sudáfrica

Los rinocerontes en Sudáfrica, grandes animales salvajes de África

Los rinocerontes son una especie especialmente protegida en África pues están en peligro de extinción. Son demasiados los cazadores furtivos que quieren hacerse más que con ellos, con su enorme cuerno y ¡venderlo en el mercado negro! Un cuerno de rinoceronte puede alcanzar los 200.000 dólares.

En esta reserva encontramos dos tipos de rinocerontes, los denominados rinocerontes blancos y rinocerontes negros. Los rinocerontes blancos fueron los primeros que observamos. Se trata del segundo animal terrestre más grande de nuestro planeta detrás del elefante africano. A pesar de ser considerado una especie de rinoceronte sociable nos mantuvimos a bastante distancia de ellos.

Rinoceronte blanco

Los elefantes, imágenes de animales africanos

Tras observar durante un buen rato a los dos rinocerontes pusimos rumbo a la zona donde se habían divisado varios ejemplares de elefante. Matt nos había comentado que quizás sería un poco complicado encontrarlos durante ese día debido a que hacía varias jornadas que no se habían tropezado con ninguno pero que aún así lo intentaríamos.

Después de algo más de media hora atravesando la selva con los ojos bien abiertos de repente Musa, el gran observador, divisó un elefante a lo lejos. ¡Menuda visión y entrenamiento poseen los trabajadores de Phinda! Nosotros, desde la distancia kilométrica a la que nos hallábamos, poco más que una mancha algo más oscura podíamos distinguir donde Musa nos señalaba. Poco a poco nos fuimos acercando para observar a nuestra llegada no uno ¡sino tres elefantes africanos!

Elefantes en un safari

Los elefantes africanos son los animales terrestres más grandes de la Tierra. Una forma de reconocernos y distinguirlos de otro tipo de elefantes son sus enormes orejas con forma del continente africano. Los observamos utilizando su enorme trompa para desayunar. Nos fuimos acercando poco a poco a ellos.

Dos elefantes se encontraban a la derecha de nuestro vehículo y el tercero a la izquierda. Al de la izquierda, el más joven, le debió picar mucho la curiosidad y comenzó a acercarse a nosotros. Cada vez más y más hasta el punto de tener que desplazarnos porque se encontraba demasiado próximo. Fue realmente impresionante. En ese momento el sol ya había emergido del horizonte y los colores que otorgaba al intimidante paquidermo eran preciosos.

Elefante en Sudáfrica

Después de observar durante un buen rato al último que nos faltaba de los famosos «Big Five» nos reunimos con el otro grupo para tomar un pequeño tentenpié calentito antes del desayuno. Esa mañana el sol jugaba constantemente al escondite y hacía algo de brisa, así que sentíamos un poco de fresco.

Los rangers montaron una pequeña mesa con bebidas calientes, café, té, chocolate y una bebida muy típica llamada MocchaChocoRula. El MocchaChocoRula lleva café, chocolate y amarula, una bebida alcohólica. La mezcla de los tres ingredientes era exquisita. Este safari fotográfico funcionaba a la perfección.

Safari en grupo

Los guepardos y su elegante caminar

Tras el desayuno nos esperaba otra magnífica sorpresa. Varios días atrás se habían observado unos guepardos, el animal terrestre más veloz, por la reserva y los rangers creían saber donde podían encontrarse. Así que nos propusieron ir en su busca a ver si teníamos la oportunidad de observar una caza. Nos pusimos manos a la obra.

Durante la búsqueda de los guepardos observamos alguna jirafa, un grupos de impalas, alguna cebra, dos hipopótamos en un pequeño lago a los que fue imposible fotografiar … Es lo bueno de este tipo de búsquedas, nunca sabes que otros animales salvajes te puedes encontrar en el camino.

Safari en Sudáfrica

Tras algo más de una hora de recorrido ¡finalmente los encontramos! Dos elegantes machos de guepardo caminando sinuosamente entre una zona de arbustos. Con paso firme y decidido iban caminando de forma tranquila. Pronto descubrimos qué les había atraído hasta dicho punto. Un pequeño grupo de impalas se encontraba en las proximidades ajenos al acercamiento sigiloso de estas dos fieras. Nosotros nos preparamos para la acción. Nos adelantábamos a los temidas felinos y y nos deteníamos.

Nos situábamos en su camino para que tuvieran que pasar próximas a nosotros y observarlos. Uno mira a esas fieras y solo piensa que sigan concentradas en cazar impalas y no a visitantes. Pasaban a nuestro lado y nos miraban con total indiferencia, como las leonas el día anterior. Los rangers conocían los movimientos y pensamientos de estos animales a la perfección y de adelantaban a los mismos. Siempre se movían, actuaban … de la forma que ellos previamente habían comentando.

Guepardos en un safari fotográfico

Las hembras de guepardo lentamente se acercaban al grupo de impalas y búfalos que por ahí merodeaban. Deteniéndose constantemente y descansando entre arbustos mientras seguían observándolos. En uno de los acercamientos, los búfalos comenzaron a moverse de forma nerviosa y esto alertó a los impalas. No las habían visto pero si olido pues la ligera brisa no favorecía nada a los cazadores.

Las acompañamos durante al menos una hora pero no hubo acción. Cada vez que se acercaban a los búfalos, ellos se alejaban. Los impalas ya había puesto tierra de por medio a esas alturas de la película. Así que con el avistamiento de los guepardos y casi siendo espectadores de lujo de un desayuno de búfalos, dimos por concluido el primer safari fotográfico del día y regresamos al lodge para desayunar nosotros.

Guepardos en África

Tercer safari fotográfico en Sudáfrica

Nuestro objetivo de observar el «Big Five» en África se había cumplido por lo que Matt nos propuso ir de nuevo en busca de las hembras de guepardos. Habíamos abandonado la búsqueda sin que se produjera una caza de forma satisfactoria. Matt nos explicaba que esas dos hembras de guepardo si no habían logrado su objetivo debían seguir hambrientas y que quién sabe, podríamos tener la oportunidad de verlas en acción.

Nuestro ranger siempre mantenía los objetivos y nuestra expectación muy alta. Fue algo esencial durante los cuatro safaris que realizamos. Siempre buscaba algo nuevo que mostrarnos, continuamente andábamos en busca de algo diferente. Para nuestra sorpresa y la de Matt, los dos primeros animales que nos encontramos esa tarde fueron dos rinocerontes negros.

Safari en África

El rinoceronte negro es también una especie exclusiva africana. El número de ejemplares en el continente ha sufrido una drástica caída por culpa del hombre situándose entorno a los 8.000 por lo que era increíble tener a dos de ellos frente a nosotros. Esta especia de rinoceronte está considerada como muy agresiva, es muy territorial, especialmente los machos que suelen ser muy solitarios.

Nos encontramos a una hembra con su cría que, rápidamente, al escuchar el sonido del motor se escondió y alejó entre los arbustos. Intentamos volverlos a encontrar pero fue tarea imposible. Desafortunadamente, sus huellas indicaban que se habían perdido en una zona de abundante vegetación así que nos dirigimos hasta un precioso punto de la reserva desde el cual observamos un impresionante lago. A su alrededor divisamos varias leonas echando la siesta de la tarde.

Leones al atardecer

Cuarto safari fotográfico en Sudáfrica

Nuestro cuarto y último safari fotográfico en Sudáfrica tuvo lugar la mañana que nos marchábamos de regreso hacia la ciudad de Durban. A las 5 y media de la mañana volvió a sonar el despertador para un poco antes de las 6 llegar a recepción y tomar algo antes de partir. La noche anterior y de regreso al alojamiento habíamos observamos una pequeña casa-cueva de un grupo de facoceros (pumbas). Uno de ellos y en la oscuridad nos daba las buenas noches.

Facoceros, esas curiosas criaturas

Por la mañana volvimos a pasar por fuera de su casa-cueva para darle los buenos días. A lo lejos observamos la cabeza del pequeño pumba asomándose de forma inquisitiva. Nos acercamos. El pequeño y curioso pumba nos miró, se asustó y salió corriendo. Una casa que compartía con al menos ¡10 ejemplares más! Uno por uno, y a toda prisa, fueron salieron de ese túnel excavado en la tierra del que sólo conseguíamos observar la entrada. Pocos minutos después volvieron a entrar, uno por uno, para a los instantes volver a salir. Impagable. Graciosísimos.

Facoceros

Los facoceros son un tipo de mamíferos propios de África. Unas criaturas de rasgos bastante singulares. Poseen características similares a las de un jabalí sin llegar a serlo. Son feos los pobres. No son como Pumba el entrañable personaje de la película del «Rey León«. Poseen una cabeza grande y un largo hocico con dos colmillos especialmente útiles para excavar. Algunos lucen una larga melena y su cara está repleta de verrugas, de ahí que en inglés se llamen «warthog» (jabalí verrugoso).

Dos leonas y sus crías

Abandonamos a los nerviosos pumbas para que gozaran de cierta tranquilidad y fuimos en busca de dos leonas con seis crías que habían sido observadas en día anterior en una zona determinada de la reserva. Se hallaban bastante alejadas del punto donde nos encontrábamos pero las estampa de ocho leones juntos no nos la podíamos perder. Por el camino nos cruzamos con algunas jirafas, un rinoceronte con su cría, algunos elefantes, varias cebras …

Resultaba curioso como los sentimientos de excitación iban evolucionando durante cada safari. El primer día cualquier animal que nos encontráramos en el camino era susceptible de una foto y un pequeño grito de alegría. Con los primeros ejemplares de cada tipo de animales se armaba un buen revuelo. Una vez que comenzamos a observarlos de forma más asidua, pero en sólo dos días, nuestras palabras y pensamientos iban cambiando. Pasamos de «una jirafa, una jirafa, una jirafa!!!» a «ay mira, otra jirafa«. Así que en ese momento ningún otro animal nos distraía, íbamos en busca de los 8 leones. Punto.

Safari en Sudáfrica

Al llegar a la zona señalada nos encontramos a una mamá leona subida a un árbol. Un comportamiento que no suele ser muy común. A los pocos minutos de llegar observamos como, torpemente, buscaba un lugar por el que descender e iba al encuentro de otra mamá leona que se encontraba cerca. Buscamos sus crías alrededor.

En unos arbustros próximos y bien escondidos, disfrutando de la sombra, observamos algunas crías aunque no las seis que nos había comentado Matt. La vegetación era muy espesa. Tras intentar sacar algunas fotos de las crías y observar sus movimientos, nos desplazamos cerca de las dos mamás leonas para observarlas detenidamente. Una de ellas no parecía del todo cómoda con nuestra presencia y rugió llamando a sus crías. Impresionante. Una a una fueron saliendo de la espesa vegetación donde se guarecían del sol.

Leones en Sudáfrica

Esa mañana se nos hizo algo tarde y pasadas las 10 de la mañana regresamos al lodge &Beyond Phinda Mountain Lodge a desayunar. Terminamos de preparar nuestro equipaje y sobre las 12 de la mañana nos marchamos rumbo a la ciudad de Durban. Abandonamos Phinda con tristeza, el safari fotográfico había cumplido con creces nuestras expectativas.

Partimos con la satisfacción de haber cumplido un sueño. Observar los grandes animales salvajes de África. Nos sentimos muy agradecidos por el trato que recibimos del personal de &Beyond Phinda Mountain Lodge. Especialmente de nuestro ranger Matt y de Musa. Sin duda son ellos los que hicieron que la experiencia de un safari fotográfico fuera excepcional.

Safari fotográfico en Sudáfrica

• Importante: En ocasiones se dan ataques de animales a turistas durante algún safari fotográfico, sin embargo, nuestra sensación de seguridad fue plena en cada una de nuestras salidas por la reserva. A nuestra llegada al alojamiento nos indicaron que estaba totalmente prohibido salir de nuestra habitación durante la noche ya que el lodge no está en un área vallada dentro de la reserva. Asimismo, antes de comenzar el primer safari también Matt nos dio importantes indicaciones, prohibido bajarse del coche, ponerse de pie, hacer ruido, etc.

Nos acercamos a los animales pero en ningún momento nos sentimos en peligro. Los rangers van armados con un rifle y nos explicaron sus duros entrenamientos para convertirse en rangers. Meses de entrenamiento con noches en solitario deambulando por las reservas para aprender sobre el comportamiento de los animales y prever cada uno de sus movimientos. Eran gente preparada. No obstante, siguen siendo animales salvajes y hay que minimizar al máximo los posibles riesgos.

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• Este viaje a Sudáfrica forma parte de la campaña #MeetSouthAfrica organizada por South Africa Tourism. Como siempre todas las opiniones vertidas en este blog son 100% nuestras •

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